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The greedy hippo




Letra en español:


Había un hipopótamo glotón. Se comía todo lo que veía.
Desde el queso hasta los guisantes, las patatas fritas y pastel, él siempre tenía un mordisco.
Ahora Hippo era egoísta. Se comió la comida de todos.
Se comió la del gato, la del perro, la de la vaca. Era muy, muy grosero.
Una mañana, después del desayuno, se lanzó al lago.
Un gran chapoteo y se quedó. Ese fue un gran error.
El hipopótamo se hundió más profundamente, y luego comenzó a gritar.
"¡Ayuda, por favor ayuda, estoy hundiendo. ¿No hay alguien que me saque? "
Todos los animales tiraron y tiraron, tan duro como podían. A la salida él apareció, pasó corriendo junto a todos ellos y se comió todo lo de su mesa.
Los animales estaban enojados, y pensaron que le jugarían una mala pasada.
Hicieron un pastel de pescado y jabón para hacer al viejo Hippo enfermar.
"Aquí, hemos hecho un pastel, especialmente para ti."
"Gracias", dijo, "voy a comer ahora. No tengo nada más que hacer. "
En primer lugar un mordisco, y luego otro mordisco, y luego un trago gigante.
Luego volvió a entrar en el lago, el lugar que le gustaba revolcarse.
Pero algo no estaba bien, pensó Hipona, "me siento por dentro muy extraño." Ahora tenía un dolor de barriga mientras los cocineros la miraba con orgullo.
Hippo aprendió su lección. Era el final de todas sus angustias. Fue vista por última vez saliendo de la ciudad, soplando burbujas de pescado.


Lyrics:


There was a greedy hippo. He ate everything in sight.
From cheese to peas, chips and cake, he always had a bite.
Now Hippo he was selfish. He ate everybody’s food.
He ate the cat’s, the dog’s, the cow’s. He was very, very rude.
One morning after breakfast, he jumped into the lake.
One big splash and he was stuck. That was a big mistake.
The hippo he sank deeper, then began to shout.
“Help, please help, I’m sinking. Won’t someone pull me out?”
The animals all pulled and pulled, as hard as they were able. Out he popped, ran past them all and ate everything on their table.
The animals were angry, and thought they’d play a trick.
They made a pie from fish and soap to make old Hippo sick.
“Here you are, we’ve made a pie, especially for you.”
“Thanks,” he said, “I’ll eat it now. I’ve nothing else to do.”
First a nibble, then a bite, then a great big swallow.
He then went back into the lake, the place he loved to wallow.
But something wasn’t right, thought Hippo, “I feel quite odd inside.” Now he had a tummy ache as the cooks looked on with pride.
Hippo learnt his lesson. It was the end of all their troubles. He was last seen leaving town, blowing fishy bubbles.

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